Las mejores decisiones para una Navidad saludable

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Consejos de la Federación Española de Diabetes para planificar los menús, comprar los alimentos y disfrutar de las comidas de las fiestas navideñas.

La Navidad está muy cerca, por ello en  semanas se concentran varias comidas de trabajo, reuniones familiares y celebraciones con amigos. Ante la llegada de estas ocasiones es importante estar preparados para poder disfrutar de los sabores, olores y colores propios de las fiestas navideñas, sin poner en peligro nuestra salud y perder el control de la diabetes en algunos casos. La Federación Española de Diabetes (FEDE) ha elaborado una serie de recomendaciones para ayudarnos a tomar las decisiones más adecuadas y vivir una Navidad saludable.

En casa

El primer paso que podemos dar es planificar bien los menús de Navidad. Esto nos ayudará a valorar todos los platos que queremos poner en nuestra mesa y saber si, en conjunto, pueden componer un menú saludable. Para esto recomendamos tener en mente el Método del Plato Saludable de Harvard, explicado en la siguiente imagen.

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Como se muestra en la imagen, consiste en priorizar los productos de origen vegetal, haciendo que estén siempre presentes y que supongan cerca de la mitad de la comida que queramos ingerir.

Además, se aconseja optar por granos integrales para los alimentos ricos en hidratos de carbono, como el pan, la pasta o el arroz. También es recomendable que las proteínas provengan preferiblemente de pescados, aves y legumbres, que son muy beneficiosas para las personas con diabetes por su alto contenido en fibra.

En muchas ocasiones se considera que la alimentación saludable puede resultar aburrida y sin sabor, pero nada está más lejos de la realidad que esa afirmación. Un ejemplo de esto es el recetario en formato ebook, que ha lanzado el cocinero Alberto Chicote, con 28 platos saludables para cuidar de nuestra salud cardiovascular y diabetes, y que pueden formar parte de nuestra Navidad saludable. Entre estas recetas se incluyen unos langostinos en tempura con romescu de cacahuete, también un steak tartar aliñado con aires de Oriente, además de deliciosos postres, como un suflé de chocolate con sopa de fresas.

Por último, en la planificación también resulta muy útil para elaborar una buena lista de la compra y meter en el carro solo los alimentos necesarios, evitando así gastos innecesarios.

En el supermercado

En primer lugar, hay que intentar limitar las compras a la lista ya elaborada y evitar las ofertas de productos poco necesarios o poco saludables, que tras las Navidades pueden convertirse en una tentación en nuestras despensas. Podemos dejar margen para la improvisación, en lo que a productos frescos se refiere, pues no siempre nos encontraremos con los mismos.

Por otro lado, también es importante prestar atención a la etiqueta nutricional de los productos. Muchos de los alimentos que compramos, como las verduras y frutas frescas, no tienen etiqueta nutricional porque el único ingrediente es el producto en sí. Pero en los productos procesados nos ayudará a conocer información muy útil como: datos de su composición nutricional, el origen del producto, su fecha de caducidad, el modo de empleo, etc.

Para elegir entre aquellos que puedan resultar más saludables y beneficiosos para el control de la diabetes, no debemos dejarnos llevar por publicidades como "sin azúcares añadidos" o "light", en lo que realmente debemos fijarnos es en la lista de ingredientes, que está en orden de mayor a menor proporción de ingredientes dentro del producto. Desde la Asociación Americana de Diabetes (ADA) recomiendan prestar atención al tamaño de la ración o porción que se indica en el envase y la cantidad de calorías y nutrientes que la componen (carbohidratos, grasas, sodio, etc.).

En la mesa

Una vez sentados a la mesa, seguimos tomando decisiones que afectarán a nuestra alimentación y muchas veces dudamos: ¿qué me pido para beber? ¿pan sí o pan no? ¿puedo comer postre? Acá la clave está en encontrar equilibrio y contemplar nuestra alimentación como un todo un conjunto de ese día o incluso de la semana. Es decir, es normal que alguna comida navideña resulte más grande que una comida normal, pero podemos intentar equilibrar estos excesos con una cena más suave o algo más de ejercicio. En cualquier caso, es muy importante y beneficioso compartir con nuestro médico nutricionista estas propuestas de menú, su asesoramiento puede resultar muy enriquecedor.

 Artículo original por: Laura Áleman

publicado por: Consumer.es